En medio de la ‘guerra’ de comunicados entre MinDefensa y Fiscalía por el supuesto atentado al Fiscal General, Francisco Barbosa por parte del ELN, la vicefiscal Martha Janeth Mancera, aseguró este miércoles que “Si la inteligencia de este país sale a desmentir un probable atentado contra tres personas, es una situación que nos pone en un riesgo total en la seguridad del país y de las personas”.

En rueda de prensa en Bogotá, sostuvo además que “Creerle a una fuente lo dirá la investigación, no el ministro de Defensa, no la cúpula militar y mucho menos el señor Presidente de la República”, por lo que será la Fiscalía General de la Nación la que determine si la información es cierta o no”.

La vicefiscal declaró además que la difusión sobre el atentado que planeaba el ELN contra el Fiscal General de la Nación, la congresista María Fernanda Cabal y el exgeneral Zapateiro se hizo desde el 4 de agosto pasado.

Con base a lo anterior, dijo, debe replantearse la seguridad del Fiscal Barbosa, unir esfuerzos disponibles para determinar si los patrones de comportamiento suministrada por las fuentes son creíbles, a lo que se suma la indagación con investigadores y técnicas avanzadas para lograr establecer cómo ser van a ejecutar los atentados y quiénes están detrás de los mismos.

Para la alta funcionaria del organismo de investigación, el atentado contra el Fiscal era de “máxima probabilidad”.

Al entregar detalles sobre la investigación, expuso que desde el 11 de julio se recibió la primera fuente de información en la que daba cuenta que en Bogotá y en otros departamentos se iba a cometer un atentado contra el Fiscal General, Francisco Barbosa.

Declaró además que esta misma fuente suministró algunos detalles como nombres y espacios, con los que se logró iniciar la indagación en la que no se dio ninguna información a los medios de comunicación hasta tanto no se avanzara con la verificación de los mismos.

Luego, el 24 de julio pasado, el CTI de la Fiscalía, recibió la segunda fuente con información similar a la primera, pero con circunstancias y personas, en especial los contextos que permitieron avanzar para corrobar los datos entregados.

El 4 de agosto, el Ejército le comunicó a la Fiscalía General de la Nación, a través de uno de los fiscales, y del equipo de investigadores, que habían recibido información sobre el atentado que se estaría planeando por parte del ELN.

“Reveló la existencia de un reporte a la Unidad de Inteligencia Financiera que daba cuenta de los movimientos de personas cercanas a un miembro del ELN, que estaba moviendo dineros alrededor de 3.000 millones de pesos”.

Con esta nueva información, dijo la vicefiscal, muy parecidos a los patrones criminales del ELN se le dio total credibilidad a las fuentes de información, como ya se le informó al país.